En las últimas dos décadas, Canarias ha visto un notable aumento en su población, transformándose en un archipiélago cada vez más diverso y multicultural. Según datos del Instituto Canario de Estadística (Istac), al 1 de enero de 2024, las islas contaban con 2.238.754 habitantes, lo que representa un incremento del 27% en comparación con el año 2000, sumando más de 460.000 personas en este período.
Origen de la población
Actualmente, el 22,6% de los habitantes de Canarias nació fuera de España, un dato que ha ido en aumento. En términos absolutos, esto representa 505.075 personas, con un crecimiento del 5,8% respecto al año anterior.
Entre los países de origen de los extranjeros residentes, destaca Venezuela, con un 3,7% de la población canaria nacida en este país, seguido de Cuba (2,6%), Colombia (2,2%) e Italia (1,9%). Por continentes, los americanos lideran con 261.422 habitantes, de los cuales 82.890 son venezolanos, seguidos de los europeos (172.717), africanos (47.077) y asiáticos (23.490).
Crecimiento por islas y municipios
El crecimiento poblacional no ha sido homogéneo entre las islas. Fuerteventura lidera como el territorio con mayor proporción de residentes nacidos fuera de España, alcanzando un 38,4% de su población, seguido de Lanzarote (33,2%) y El Hierro (30,5%). Tenerife y Gran Canaria, aunque con menor porcentaje de extranjeros, han experimentado un aumento significativo en sus cifras absolutas.
En cuanto a los municipios, destacan Adeje, Arona y Santiago del Teide en Tenerife, así como La Oliva en Fuerteventura, donde los residentes extranjeros superan el 50% de la población total. Además, Granadilla de Abona y Arrecife fueron las localidades donde más creció la población en el último año, con incrementos del 3,9% y 5,1% respectivamente.
Impacto del crecimiento poblacional
El aumento de población en Canarias ha generado importantes desafíos y oportunidades. Por un lado, las islas deben gestionar el impacto en los servicios públicos, el mercado laboral y la infraestructura, adaptándose al dinamismo de una población en crecimiento. Por otro lado, la riqueza cultural aportada por los residentes extranjeros fortalece el turismo y las relaciones internacionales.
En definitiva, Canarias se presenta como un enclave cada vez más global y diverso, reflejo de su atractivo para migrantes y turistas. ¿Cómo se seguirá adaptando el archipiélago a estos cambios demográficos? El tiempo dirá, pero su historia reciente sugiere una capacidad única para integrar distintas culturas y construir una comunidad vibrante y acogedora.