El Ayuntamiento de La Laguna felicita a la Junta por este reconocimiento a su labor incansable al frente de una de las celebraciones más singulares del Archipiélago
En Semana Santa, La Laguna no solo revive su historia, sino que se convierte en epicentro del fervor, la cultura y la tradición de Canarias. Y si hay un motor que hace posible esa transformación, es sin duda la Junta de Hermandades y Cofradías de San Cristóbal de La Laguna, que este año ha sido distinguida con el premio Tenerife Nordeste 2025, otorgado por el Centro de Iniciativas Turísticas del Nordeste de Tenerife.
Desde el Ayuntamiento de La Laguna, a través de su concejalía de Turismo, se ha querido trasladar una felicitación pública a la Junta por este merecido reconocimiento, que pone en valor su compromiso y el esfuerzo de todas las cofradías para que esta fiesta luzca con el esplendor, la organización y la solemnidad que la caracterizan.
“La Semana Santa lagunera sería impensable sin el trabajo incansable de la Junta de Hermandades y sin la implicación de cada una de las cofradías”, ha señalado la concejal de Turismo, Estefanía Díaz, quien ha destacado también que “gracias a ellos, La Laguna se convierte cada año en un destino que ofrece una experiencia única donde se fusionan la fe, el arte, la historia y la identidad canaria”.
Miles de personas se dan cita durante estos días en el centro histórico, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, también en pueblos y barrios para contemplar las procesiones que recorren sus calles con imágenes centenarias y tronos que son auténticas obras de arte. La sobriedad, la belleza y la organización de cada paso hablan del trabajo meticuloso que hay detrás, de la pasión con la que los cofrades preparan durante meses cada detalle.
Este reconocimiento del CIT Nordeste no solo celebra esa dedicación, sino que también proyecta a La Laguna como referente del turismo religioso en Canarias, un destino 360º donde la espiritualidad convive con el patrimonio, la cultura y la gastronomía local.
Desde el Ayuntamiento, se insiste en que este tipo de distinciones ayudan a visibilizar una labor muchas veces silenciosa, pero imprescindible para conservar vivas las tradiciones que dan sentido y carácter a la ciudad.